Nunca hay un fin, o sí.
Pero también un principio.
Ayer renuncié a mi trabajo en el Auditorium de Mar del Plata.
Hoy cominzan a llegar los mails de mis amigos.
Los agradezco a todos.
Pero el humor de Lau es merecedor de este fin de blog o este principio de otro.
De aquí me voy a Ya no sé que hacer conmigo.
Lauri dice: escuchemos música Diani...
Ahí vamos.
17 de abril de 2008
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